El calor de las calles se traslada a las redes sociales con mensajes de recuerdo y solidaridad con los fallecidos y contagiados por el Covid-19; mensajes de orgullo ante el inestimable trabajo de los empleados y empleadas de los sectores esenciales y mensajes reivindicativos para aprender de las lecciones de esta pandemia y salir de esta crisis con un modelo social y económico más justo y que priorice a las personas
Las redes sociales se han colapsado en la manifestación virtual que comenzó a las 13.30 horas con motivo del Primero de Mayo. Miles de trabajadores y trabajadoras, afiliados y afiliadas, delegados y delegadas y dirigentes sindicales de toda España han enarbolado la bandera de un 1 de mayo atípico, extraño, pero muy emotivo.
El calor de las calles se ha transmitido en las redes sociales con mensajes de recuerdo hacia las personas fallecidas y contagiadas por el coronavirus; mensajes de apoyo, solidaridad y orgullo para los empleados y empleadas de los sectores esenciales, que han realizado una ardua labor en beneficio del bien común, en muchas ocasiones, a riesgo de su salud al carecer de las medidas de protección adecuadas. Y también mensajes reivindicativos para exigir que esta salida de esta crisis, sea una oportunidad para ir hacia un modelo de crecimiento económico más justo y sostenible, con políticas que aseguren un futuro pensado en las personas.
Bajo el hastag #YosoyPrimerodeMayo hemos exigido reforzar los servicios públicos, preservar el empleo, dignificar las condiciones laborales con contratos estables y salarios dignos (muchos empleados/as de los servicios esenciales cobran sueldos de miseria), blindar nuestro Estado de Bienestar y reforzar el escudo de protección social. Se ha vuelto a exigir una renta mínima vital que dé una respuesta inmediata a los cerca de un millón de personas que no perciben ninguna prestación. Hemos demandado más y mejor industria, porque se han visto las carencias de nuestro tejido productivo; más inversiones en I+D+i (incluidas en el ámbito sanitario); en formación, etc.
Y hemos pedido una solución global, desde la unidad y generosidad, a una crisis que no conoce de fronteras, ideologías, ni clases sociales. Una crisis de la que tenemos que salir con más igualdad y justicia social.