La desescalada y la recuperación de la crisis sanitaria tiene que contemplar la perspectiva de género. Los datos de la EPA y la tendencia del paro de abril acentúan las brechas entre hombres y mujeres en el empleo, el desempleo y la tasa de actividad.
La destrucción de empleo es similar entre hombres y mujeres, pero su creación es muy desigual, con un importante perjuicio para las mujeres.
Un análisis realizado por UGT revela que los sectores que van a sufrir mayor impacto de la crisis sanitaria, en términos económicos y de empleo, son precisamente los que engloban los servicios esenciales, los más precarizados y feminizados.
La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 va a tener consecuencias directas sobre el mercado de trabajo y, si no se toman las medidas oportunas para orientar la desescalada y la recuperación desde una perspectiva de género, las repercusiones pueden ser mayores en la medida que aumentaría la brecha entre hombres y mujeres. Los datos del primer trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan ya elevadas diferencias.
Las brechas entre mujeres y hombres se acentúan: la tasa de empleo de las mujeres se aleja en 11,07 puntos porcentuales de la de los hombres, la de paro supera en 3,5 puntos el desempleo masculino y la tasa de actividad está 10,6 puntos por debajo.
Según la estadística, casi diez millones de mujeres permanecen inactivas. Son el 46,96% de las que tienen edad de trabajar, frente al 36,37 % de los hombres. Sin embargo, el hecho de que permanezcan inactivas a efectos estadísticos no quiere decir que no trabajen, ya que muchas de ellas lo hacían en la economía sumergida, sin derechos, sin contratos y sin protección social en tiempos de bonanza.
Son las mal llamadas inactivas por la estadística oficial y que, cuando pierden su trabajo, en una situación como la actual o en cualquiera, se quedan sin ningún tipo de ingreso y recuerda que un número muy elevado de las mujeres que no participan tampoco en esos trabajos, dedican su tiempo a cuidar a familiares.
UGT recuerda que la ocupación ha disminuido en 285.600 puestos de trabajo, y es el Sector Servicios, un sector muy feminizado, el que concentra casi el 97% de esta pérdida, 275.900 personas ocupadas menos respecto al trimestre anterior. Además, del total de la pérdida de empleos, el 48,42% han sido mujeres ya que se concentran ampliamente en el sector servicios.
Los datos de paro registrado del pasado mes de abril ya revelan una clara tendencia en este sentido. El desempleo femenino ha aumentado hasta el 56%, una tendencia al alza que puede verse reflejada en la próxima Encuesta de Población Activa.
Un análisis sobre el impacto de la crisis en la actividad económica realizado por UGT, revela que buena parte de los servicios esenciales que se han matenido al frente durante el estado de alarma pertenecen a sectores que más van a sufrir las consecuencias de la crisis sanitaria, y donde hay una mayor presencia femenina. Así sectores de la economía como el comercio o la hostelería (con más del 50% de mujeres empleadas) o las actividades inmobiliarias (con casi un 56%) han sufrido un impacto elevado de la crisis sanitaria. En sectores relacionadas con el servicio doméstico (con más de un 87% de mujeres empleadas), y otro tipo de servicios (con más del 67% de mujeres) hablaríamos de un impacto medio-alto.
Estos sectores, sin cuyo trabajo hubiera sido imposible mantener el confinamiento y cuyas tareas esenciales para la sociedad deberían estar más reconocidos, sufren de forma más virulenta la destrucción de empleo al igual que aquellas personas que trabajan en la economía sumergida, y cuando pierden el empleo no tienen ningún tipo de cobertura social
El sindicato recuerda que el Sector Servicios, que es el que ha mantenido el país en funcionamiento durante la pandemia, es un sector muy precarizado –de bajos salarios y condiciones laborales muy mejorables- y altamente feminizado.
La creación de empleo es desigual entre hombres y mujeres
La Unión General de Trabajadores denuncia que cuando se pierde empleo, la pérdida es similar entre hombres y mujeres, sin embargo, cuando se crea, se hace de forma muy desigual con un importante perjuicio para las mujeres.
Por este motivo, el sindicato quiere llamar la atención de este enorme desequilibrio estructural entre sexos en el en empleo, para que todas las políticas que se adopten tengan en cuenta en su diseño y configuración esta gran discriminación hacia las mujeres en el punto de partida. De lo contrario, las diferencias serán aún mayores en un momento en que las mujeres van tomando cada día más conciencia de sus derechos y se estará ahondando en una discriminación que puede generar un conflicto social.