UGT reclama un plan de reconstrucción para superar la crisis de COVID-19 sobre el empleo
Los datos de paro correspondientes al mes de mayo, publicados hoy por el Servicio Público de Empleo, revelan la ralentización del ritmo de destrucción de empleo debido a la reactivación por la deshibernación de los sectores productivos, sobre todo construcción e industria, y el comienzo de la desescalada. Las cifras reflejan 26.573 personas más en desempleo, un 0,69% más que en el mes de abril y un 25,27% superior a mayo de 2019 (778.285 más), llegando a una cifra total de 3.857.776 personas, con un aumento concentrado en las mujeres y el sector servicios. La afiliación a la seguridad social añadió 187.814 personas entre el inicio y el final del mes de mayo.
Pero estos datos muestran también la necesidad de extender las medidas de protección social, las prestaciones por desempleo y los ERTE, para lo cual será necesario dotar de recursos a los Servicios Públicos de Empleo.
De igual forma, el sindicato valora la aprobación del ingreso mínimo vital como instrumento absolutamente esencial para dar cobertura a las necesidades de las personas que se encuentran fuera del sistema de protección y dotar así de los recursos necesarios para vivir a las familias que peor lo han pasado por el coronavirus. Aunque es fundamental dotar esta medida de recursos humanos y materiales para asegurar el éxito de la reinserción laboral de una medida que con tanta insistencia hemos reclamado. Por eso, UGT exige al Gobierno que dote esta medida una estrategia de reinserción laboral, de orientadores especializados y suficientes, itinerarios de formación específicos para conseguir la mayor empleabilidad a corto plazo, y medidas de asesoramiento a las personas, para que el tránsito de vuelta al mundo del trabajo sea una realidad.
La precariedad facilita la destrucción de empleo
Por su parte, se incrementa el número de contratos registrados (un 26,36% mensual) aunque desciende el valor en el año (-59,02%). Una tendencia que se muestra tanto entre los contratos indefinidos como temporales.
Aún de cada el 91% de los contratos son temporales y sólo 5,3 de cada 100 son indefinidos a jornada completa. Unos datos que, para el sindicato, demuestran la fragilidad de nuestro mercado aboral, exhibiendo un modelo de precariedad altamente flexible, capaz de destruir empleo de manera masiva en un espacio breve de tiempo.
Los mecanismos de protección de las personas: prestaciones y ERTE
Los datos del paro no recogen el efecto del sostenimiento del empleo que se está llevando a cabo gracias a los ERTE negociados entre los sindicatos, las empresas y el Gobierno, y que eleva la protección de las personas que, de otro modo, quedarían incluidas en el registro de desempleo. La cifra de demandantes de empleo ocupados (clasificados como no parados, y entre los que se encuentran las personas afectadas por ERTE) alcanza 4.108.143 personas, 799.221 más que un año atrás.
Los datos de la Seguridad Social señalan que 2.998.970 afiliados estaban protegidos por un ERTE a finales del mayo.
También con información sobre mayo, el volumen de beneficiarios de prestaciones ascendía a 5.988.572 personas (alrededor de 3 millones más que un año atrás), en torno al 60% beneficiarios de la prestación por ERTE (hay 3.748.009 prestaciones por ERTE reconocidas entre el 16 de marzo y el 31 de mayo). Unas cifras que reflejan el descomunal esfuerzo realizado por la plantilla del Servicio Público de Empleo, que a 1 de enero era de 7.974 efectivos y que, de no reforzarla, perderá 937 efectivos por jubilaciones hasta el año 2022 (a pesar de la incorporación de 1.000 interinos en esta crisis).
Por todas estas razones, es fundamental que el Gobierno mantengas las medidas de protección, tanto las prestaciones ya existentes como las extraordinarias, incluidos los ERTE, una estrategia de reinserción laboral y un plan de reconstrucción para superar los efectos de la crisis del COVID en el empleo.
Datos de interés
En este mes, respecto a abril, ha descendido en 13.305 el número de hombres registrados como desempleados (un -0,79%), mientras ha aumentado el paro femenino (39.878 desempleadas más, un 1,85% desde abril). En el año el desempleo masculino subió un 33,20% (415.286 parados más) y el femenino lo hizo un 19,85% (362.999 desempleadas más). El 57% de las personas en desempleo son mujeres.
En mayo estaban registrados 326.574 jóvenes (un 8,5% del total de desempleados). El desempleo entre los menores de 25 años ha subido un 2,43% mensual (7.752 parados jóvenes más en este mes), y en términos anuales un 35,93% (86.315 jóvenes).
Por lo que respecta a los trabajadores extranjeros, el número de personas en desempleo aumenta en el mes de mayo un 1,93%, hasta alcanzar la cifra de 506.882 personas (un 13% del total de desempleados). En la variación anual se observa también un incremento del 35,78%.
Por sectores, en mayo el paro registrado se reduce en las actividades productivas que reanudan su actividad, principalmente en la construcción (-23.717, un -6,89%) y en la industria (-262; un -0,08%). Por el contrario, aumenta en servicios (40.784 personas más, un 1,5%), agricultura (710; un 0,43%) y en el colectivo sin empleo previo (9.058, con un 3,30%). En el año, aumenta el desempleo en el conjunto de sectores.
La afiliación a la Seguridad Social muestra una recuperación en el mes: 97.462 afiliados más en mayo, un 0,53%, aumentando hasta 18.556.129 afiliados (de media en el mes). No obstante, la variación anual muestra la pérdida de 885.984 cotizantes (un -4,56%). Destaca el crecimiento en mayo de la construcción, con 52.890 afiliados más (7,06%), la agricultura, con 3.358 más (4,73%), y en la hostelería, con 28.251 afiliados más (un 2,56%).
El número total de contratos registrados en mayo se recupera un 26,36% respecto a abril, situándose la cifra total en 850.617 contratos firmados. Los contratos indefinidos ascienden un 29,89%, mientras los temporales lo hacen un 26,02%. Si lo comparamos con los registrados en el mismo mes del año anterior, el volumen de contratos cae un 59,02%, los temporales lo hacen un 59,09% y los indefinidos un 58,36%. La proporción de indefinidos sobre el total de contratos se sitúa en el 9%.
En el mes crece en mayor medida el volumen de los contratos a tiempo parcial, tanto indefinidos (un 67,98%) como temporales (un 45,25%). Los de tiempo completo crecen en menor proporción, un 21,73% los indefinidos y un 21,69% los temporales. En el año descienden los contratos indefinidos tanto a jornada completa (-57,18%) como parcial (-57,79%); y ambos temporales decrecen: un 50,71% a tiempo completo) y un 74,92% a jornada parcial. El peso de los contratos a tiempo parcial sobre el total de contratos sube al 21,8%. Mientras, el porcentaje de indefinidos a tiempo completo sobre el total de contratos se reduce hasta el 5,3%.
La incorporación al sistema de prestaciones de beneficiarios por causa de suspensión de contrato (ERTE) y despido tiene como consecuencia que en mayo el número de beneficiarios de prestaciones llegue hasta 5.988.572, con un incremento en el año de alrededor de 3 millones de personas. La tasa de cobertura se sitúa en el 127,2%, debido a que el sistema está dando cobertura a través de ERTEs (donde los beneficiarios no son personas registradas como desempleadas). Las prestaciones aseguran las rentas de un 26% de la población activa.