La siniestralidad laboral sigue aumentando y también las muertes a causa de ella, según los datos de avance de la estadística de accidentes de trabajo facilitados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social
En 2018 murieron 652 trabajadores y trabajadoras, 34 más que en 2017, lo que supone un incremento del 5,5%. Del total de fallecimientos, 506 ocurrieron durante la jornada de trabajo (22 muertes más que en 2017, esto es un 4,5% más) y 146 fueron in itinere (12 más que el año anterior, lo que supone un crecimiento del 9%).
Por sectores de actividad donde se registraron más muertes fue en el sector servicios (259 fallecidos), seguido por la industria (90), la construcción (85) y el sector agrario (72). Esta es la cara más dura y dramática de la siniestralidad laboral, el verdadero coste humano y social que supone la falta de prevención de riesgos laborales o el relajamiento en la aplicación de la normativa. Pero, también es consecuencia de una tendencia muy preocupante: la siniestralidad en lugar de reducirse, se incrementa. Así durante 2018, se han producido 1.333.002 accidente de trabajo, 10.993 más que los ocurridos, en 2017.
De ellos, 602.316 causaron baja (18.891 más que el año anterior) lo que supone un aumento del 3,2% y el resto fueron sin baja, lo que suponen un descenso del 1,1%.
UGT valora la modificación del concepto estadístico de accidente de trabajo mortal para la realización de las estadísticas por parte del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, adaptándose a la definición recomendada por la OIT, en la que se considera accidente mortal todos aquellos que ocasionan la muerte de una víctima en el plazo de un año del mismo. Esta nueva definición comenzará a aplicarse en las estadísticas correspondientes a 2019. De esta manera la estadística será más fiel a la realidad y dejará ver la verdadera magnitud del problema de los accidentes mortales.
Accidentes que causaron baja durante la jornada laboral
Entre los accidentes que causaron baja, 520.037 ocurrieron durante la jornada laboral y 82.279 fueron accidentes in itinere. Ambos tipos de accidentes ascienden en la misma proporción, un 3,2% y un 3,3%, respecto a 2017. Asimismo, los accidentes con baja durante la jornada laboral afectaron más a hombres que a mujeres, un 71% frente a un 29% o, dicho de otra forma, 368.917 hombres accidentados frente a 151.120 mujeres. Además, se registraron 3.917 accidentes graves, 121 más que en el mismo periodo del año anterior (3,2%).
La primera causa de accidente laboral con baja, ocurrido durante la jornada laboral, han sido los sobreesfuerzos físicos sobre el sistema musculo esquelético (se registraron 187.332 accidentes, lo que suponen el 36% del total)
Enfermedades profesionales
Al igual que han aumentado los accidentes de trabajo, se ha producido un ascenso en el número de enfermedades profesionales registradas. Durante 2018 se han notificado 24.231, un 14,36% más que las registradas en 2017.
Del total de enfermedades profesionales, 11.460 causaron la baja del trabajador y experimentaron un aumento del 11,95%. El resto, 12.771 enfermedades, no causaron baja y aumentaron en un 16,62%.
El 82% de las enfermedades profesionales fueron causadas por agentes físicos. Únicamente 28 enfermedades de las registradas fueron causadas por agentes carcinógenos, de las que 15 fueron debidas a la exposición al amianto, lo que evidencia que no se declaran todas las enfermedades profesionales que, en realidad, se producen.
Soluciones ante el crecimiento de la siniestralidad
• UGT exige el control estricto de la ley de Prevención de Riesgos laborales e incrementar las sanciones por su incumplimiento.
• Demanda la puesta en marcha de un plan de Choque contra la siniestralidad laboral, impulsado desde el diálogo social y que contemple reforzar la labor inspectora en los centros de trabajo, porque muchos de los accidentes se podrían evitar. En este sentido, insta a destinar más medios a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
• El sindicato exige aumentar el listado de enfermedades profesionales reconocidas y actuar contra los riesgos psicosociales, que son un caldo de cultivo de los accidentes laborales y enfermedades profesionales.
• En el ámbito laboral, considera que hay que derogar la reforma laboral, que ha potenciado la precariedad y temporalidad, atentando directamente contra la seguridad y salud de los trabajadores.
• Y en el ámbito judicial, pide mayor agilidad para hacer justicia a las víctimas de accidentes de trabajo, ya que la media de tiempo para dictar sentencias condenatorias es de 6 años y 3 meses, respecto de la fecha del accidente, y para sentencias absolutorias es de 6 años y 6 meses. Así, un accidente laboral que agota la vía judicial, tiene una media de duración de 7 años y 3 meses.