UGT reclama la derogación inmediata de la reforma laboral de 2012
La Unión General de Trabajadores denuncia que 583 trabajadores y trabajadoras han fallecido en los once primeros meses del año como consecuencia de su actividad laboral, 14 más que hasta noviembre de 2017 (un incremento del 2,5%).
Así se recoge en los datos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de enero a noviembre de 2018, facilitados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, que muestran cómo la siniestralidad laboral está incrementando no solo por el ascenso en la afiliación a la Seguridad Social, sino por el aumento de la precariedad en las nuevas contrataciones, mayormente temporales (en el mes de noviembre el 93% de los nuevos contratos fueron temporales según los datos del SEPE) y que no cumplen las obligaciones empresariales de formación, información, vigilancia y prevención.
En este sentido, el sindicato denuncia que la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP en 2012 sigue matando, y resulta imprescindible derogarla porque no solo ha aumentado la mala calidad del empleo y los niveles de desempleo, sino que ha agravado la salud y seguridad de todos los trabajadores, incluso hasta su muerte.
Los datos señalan que se han producido 1.240.739 accidentes de trabajo hasta noviembre de 2018, un 1,3% más que el año anterior. De este total, 562.132 accidentes laborales causaron baja, lo que supone un aumento del 3,7% en relación al año anterior, son 19.910 más. El resto son accidentes sin baja que han sufrido un pequeño descenso del 0,6%, llegando a los 678.607.
UGT denuncia que no ha cambiado el hecho de que los accidentes sin baja sigan siendo más numerosos que los que sí provocan la baja, hecho que se viene repitiendo desde la gran crisis y ha sido provocado porque las Mutuas han endurecido sus criterios para conceder bajas laborales, reservándolas solo para aquellos casos que revistan una mayor gravedad.
Entre los accidentes que causaron baja, 485.588 ocurrieron durante la jornada laboral y 76.544 fueron accidentes in itinere. Ambos tipos de accidentes ascienden, siendo este incremento del 3,6% para los accidentes ocurridos durante la jornada laboral y del 4,2% para los accidentes in itinere.
Ahora bien, de los 485.588 accidentes de trabajo con baja en jornada laboral, el 71% afectaron a hombres (344.386), mientras que el 29% restante afectaron a mujeres (141.202). Se registraron 3.646 accidentes graves, 141 más que en el mismo periodo del año anterior (+4,0%), y un total de 453 accidentes mortales, 2 más que en igual periodo del año anterior (+0,4%).
Los sobreesfuerzos físicos sobre el sistema musculo esquelético es la primera causa de accidente laboral con baja ocurrido en jornada laboral, acumulando el 36% de los accidentes ocurridos (175.446).
Las secciones de actividad que registran los mayores índices de incidencia de accidentes en jornada de trabajo son las industrias extractivas (779,8 accidentes por cien mil trabajadores), la construcción (657 accidentes por cien mil trabajadores) y el suministro de agua, saneamiento y gestión de residuos (550,8 accidentes por cien mil trabajadores).
En cuanto a los accidentes mortales, del total de los 583 fallecimientos, 453 ocurrieron durante la jornada de trabajo y 130 fueron in itinere. Se registra un incremento de 2 muertes en los accidentes ocurridos durante la jornada laboral (+0,4%), en el caso de los accidentes mortales in itinere se observa un ascenso de 12 (+10,2%).
Las principales causas de fallecimiento por accidente laboral en jornada de trabajo siguen siendo los infartos y derrames cerebrales. Desde UGT denunciamos que este hecho se viene repitiendo desde hace tiempo y es urgente atajar sus causas. Por ejemplo, en la sexta Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo se pone de manifiesto que un tercio de los ocupados trabaja, durante toda su jornada laboral, rápidamente y sometidos a plazo ajustados, esto puede derivar en estrés crónico y las patologías asociadas.
Desglosando los fallecimientos en jornada laboral por sectores de actividad, hasta el mes de noviembre, encontramos que hubo 235 muertes de trabajadores y trabajadoras en el sector servicios, 85 en industria, 76 en la construcción y 57 en el sector agrario.
El sector de la construcción es el que presenta un mayor índice de incidencia de los accidentes mortales en jornada de trabajo (0,794 accidentes por 100.000 trabajadores), seguido del sector agrario (0,786), industria (0,378) y servicios (0,177).
También aumentan las enfermedades profesionales
Además del hecho de que la siniestralidad está aumentando, UGT señala que las enfermedades profesionales siguen repuntando en nuestro país. Hasta el mes de noviembre se han registrado 22.655, un 14,4% más que las registradas en el mismo periodo del 2017. Del total de enfermedades profesionales, 10.695 causaron la baja del trabajador y experimentaron un aumento del 11,77%. El resto, 11.960 enfermedades, no causaron baja y también aumentaron en un 16,87%.
El 82% de las enfermedades profesionales fueron causadas por agentes físicos. Únicamente 27 enfermedades de las registradas fueron causadas por agentes carcinógenos, de las que 14 fueron debidas a la exposición al amianto, lo que demuestra la evidente infradeclaración de las mismas.
Para UGT, hace falta una mayor conciencia de prevención en nuestro país. Como señala el Informe Anual de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de 2017, a pesar de la relación que existe entre una correcta organización del trabajo y la planificación de las actividades de prevención con la disminución de la siniestralidad, se siguen realizando evaluaciones de riesgo de carácter genérico que no se adecuan a las particularidades de los riesgos y las actividades de los centros de trabajo y de las empresas en detrimento de la eficacia preventiva evidente que presentan estas herramientas.
Por ello, el sindicato considera imprescindible potenciar las actuaciones en materia de prevención de riesgos laborales en nuestro país, así como el fomento de la actividad inspectora en los centros de trabajo para comprobar el cumplimiento real de la normativa vigente en seguridad y salud laboral, ya que las empresas están más preocupadas con evitar multas o sanciones que por realizar una efectiva integración de la prevención.
Por ello, el sindicato considera imprescindible implementar un plan de choque a nivel nacional contra la siniestralidad laboral, en el cual se potencien las actuaciones en materia de prevención de riesgos laborales, así como el fomento de la actividad inspectora en los centros de trabajo para comprobar el cumplimiento real de la normativa vigente en seguridad y salud laboral, ya que las empresas están más preocupadas con evitar multas o sanciones que por realizar una efectiva integración de la prevención.